La idea del Archivo Mundial del Ártico es recopilar el saber de la humanidad y que de esa forma no se pierda. Crear un lugar seguro que funcione como un gigantesco disco duro donde guardar datos importantes, a imitación al Banco Mundial de Semillas también situado en el archipiélago de Svalbard, este concepto no es nuevo, ya que esa era la idea de la Biblioteca de Alejandría fundada del siglo III a. C.
El Archivo Mundial del Ártico se inauguró en marzo de 2017 y aún le queda mucho camino por recorrer. Actualmente está a disposición de las instituciones, los gobiernos y las empresas que quieran preservar información a muy largo plazo (y de forma muy segura).